En un gran encuentro, Italia le ganó a Inglaterra porque transformó en goles las chances que generó. Se puso en ventaja a través de Marchisio tras una exquisita jugada de córner que contó con un amague majestuoso de Pirlo, que dejó pasar la pelota por sus piernas y dejó solo a su compañero, que paró el balón con la suela –al estilo fútbol de salón– y remató desde afuera.
Inglaterra empató enseguida a través de Sturridge. El moreno del Liverpool recibió un buen centro desde la izquierda de Rooney y definió en el segundo palo.
En la segunda mitad, Italia volvió a ponerse en ventaja. Fue a través de Balotelli, quien aprovechó un muy buen centro de Candreva y puso el 2-1 final.
Inglaterra intentó por distintas vías el empate. Sus delanteros generaron situaciones pero no pudieron convertir y esta fue la razón que provocó la victoria de los italianos.