By Agencias
En un partido dramático, con el portero Moisés Muñoz como héroe, el América vino de atrás en el marcador, se repuso de jugar con 10 elementos desde el minuto 13 y aprovechó la apatía del Cruz Azul para imponerse en penales por 4-2, luego de que las Águilas ganaron 2-1 (2-2 global), para conquistar el título del torneo Clausura 2013.
Las Águilas rompieron racha negativa de ocho años sin título, mientras los Cementeros siguen con una especie de maleficio, ya que no son campeones de liga desde 1997. Con su título número 11, el América empató al Guadalajara como los máximos ganadores en la historia del futbol mexicano
En noche lluviosa, en un estadio Azteca que se pintó de amarillo y al que asistieron unos 90 mil aficionados, los azules tenían todo a favor para coronarse: a dos minutos del final, ganaban 1-0 y tenían ventaja en el marcador global de 2-0 (luego del 1-0 conseguido el jueves en el Azul), pero las Águilas reaccionaron y empataron el marcador global con tantos de Aquivaldo Mosquera al 88 y autogol de Alejandro Castro al 92, propiciado por el portero americanista Muñoz.
Llegaron los tiempos extras, donde el portero Jesús Corona mantuvo con vida a su equipo al realizar dos salvadas en disparos de Christian Benítez. Pero Corona nada pudo hacer en los penales, donde sus compañeros Javier Orozco y Castro fallaron, mientras que Raúl Jiménez, Chucho Benítez, Osvaldo Martínez y Miguel Layún sí anotaron y le dieron el título a su escuadra.
Los únicos celestes que anotaron los penales fueron Rogelio Chávez y Gerardo Flores.
El técnico Miguel Herrera consiguió su primer cetro, luego de dos finales perdidas con el Monterrey, mientras Guillermo Vázquez se tuvo que conformar con el torneo de Copa.
Cruz Azul inició el juego a tratar de mantener su ventaja conseguida el jueves en el estadio Azul. El técnico Guillermo Vázquez inició con tres contenciones: Gerardo Torrado, Alejandro Castro e Israel Castro.
Sin embargo, los azules no renunciaron al ataque y un contragolpe al minuto 13 les dio el primer golpe de la final: el árbitro Paul Delgadillo expulsó a Jesús Molina por falta sobre Pablo Barrera, cuando éste se enfilaba en solitario a la meta de Moisés Muñoz. Los fanáticos americanistas consideraron que la marcación fue rigorista, pero otro defensa, Diego Reyes, ya había sido superado.
Siete minutos después la ventaja numérica se reflejó en el marcador, en largo balonazo a la derecha al colombiano Teófilo Gutiérrez, quien aguantó la floja marcación de Aquivaldo Mosquera y con tiro rasante y cruzado marcó el 1-0.
Al 22 de acción a Rubens Sambueza le quedo el balón en el área, sin marcación, pero disparó desviado.
Entonces los técnicos empezaron a mover sus piezas. Por la visita entró Javier Orozco (por Israel Castro) para darle más potencia ofensiva a los celestes, mientras que en el lado amarillo ingresó Miguel Layún por Diego Reyes, quien así vivió su último partido con la playera de las Águilas, ya que se irá al Porto.
A pesar de la ventaja de 2-0 en el marcador global, los Celestes mantuvieron su táctica defensiva, en busca de otro contragolpe que matara a su rival.
Eso le dio vida al América, que se acercó en los minutos finales. Al minuto 38, en jugada de tiro de esquina, Francisco Rodríguez conectó de cabeza y su remate pasó cerca del poste derecho. Y al 50, Christian Benítez tomó el esférico a la entrada del área y mandó pase filtrado a Jiménez, quien se tardó en disparar y eso fue aprovechado por Corona quien realizó una oportuna y veloz salida.
Los fanáticos trataron de apoyar a su escuadra, pero el grito clásico de “¡Vamos América esta noche tenemos que ganar!” no sonó con mucha convicción. En inferioridad numérica, las Águilas necesitaban dos goles para forzar los tiempos extras y tres para conquistar la Copa.
En esas condiciones los equipos se fueron al descanso.
Los técnicos no realizaron modificaciones para la segunda parte.
El América mantuvo su tendencia ofensiva y al 48 el ecuatoriano Benítez conectó un testarazo que pasó cerca del travesaño. Siete minutos después, Chucho recibió un pase dentro del área, sin marca, pero disparó sin fuerza y su tiro fue desviado por un atento Amaranto Perea.
Cruz Azul estuvo cerca de sentenciar al 57, en un contragolpe a Barrera, quien sacó un tiro rasante pero Muñoz salvó a su escuadra con un buen lance. Cuatro minutos después hubo otra jugada similar y otra vez el disparo del Dinamita fue detenido por un atento arquero americanista.
Entonces el América cayó en la desesperación al mandar disparos y centros que Corona controló sin problemas.
Para darle algo de creatividad a su escuadra, el Piojo Herrera ingresó a Christian Bermudez (por el defensa Adrián Aldrete).
Cruz Azul seguía sin lanzarse a fondo, pero aún así tuvo otra ocasión de peligro. En llegada por la derecha, el Chaco Giménez entró al área y mandó tiro cruzado que superó a Muñoz, pero se estrelló en el poste derecho. El balón le pegó a Gutiérrez y volvió a pegar en el poste, en una increíble doble salvada amarilla.
Herrera quemó su último cartucho al 75, con la entrada del paraguayo Osvaldo Martínez por un apagado Sambueza.
Guillermo Vázquez respondió hasta 10 minutos después, para darle solidez a su equipo con la entrada del defensa Rogelio Chávez por Barrera.
Los azules ya sentían el título en la bolsa. Era el minuto 88 y América necesitaba dos goles. Y entonces llegó la hazaña, propiciada en gran parte por la apatía celeste.
Al 88, Aquivaldo Mosquera logró el 1-1 con sólido cabezazo y en el 92 en un tiro de esquina el portero Muñoz se fue al ataque, se lanzó de palomita y su remate al parecer iba hacia afuera, pero el defensa Alejandro Castro estiró la pierna y metió el balón. Atrás, Corona ya se disponía a detener el balón.
En el primer tiempo extra las opciones fueron de las Águilas, pero entonces se agigantó la figura de Corona.
En el 99, Benítez mandó un tiro potente, pero Corona desvió con las uñas y en el 103, en mano a mano entre ambos, le detuvo el disparo que iba a gol.
En el segundo tiempo extra el Cruz Azul apostó a los penales, mientras que las Águilas no pudieron reflejar su dominio y llegó la tanda de penales, donde los nervios traicionaron al Chletita Orozco y a Castro, quien se resbaló al tirar el penal y mandó el esférico a las tribunas.
Fue la muestra fiel de la debacle que habían sufrido los Cementeros.
