By por: José Carlo Rodríguez
Antonio Carbajal una gran leyenda del futbol Méxicano. fot: Mario Armas
-Sus inicios
“Comencé como todo futbolista desde niño jugando en la calle. Yo no conocí una cancha de futbol hasta que jugué en una de ellas cuando tenía 13 años. Jugaba en la calle sin que nadie que nos enseñara.
Jugábamos en la calle, y mi hermano que en paz descanse lo atropelló un coche, lo mató y mi padre no prohibió jugar a los demás hermanos, pero al final eso no nos importaba.
En esa calle se jugaba futbol americano, futbol soccer, beisbol, basquetbol, voleibol, sin saber nada en lo mínimo. Todo era a la imaginación que uno tuviera.
Hasta ya a esa edad (13 años) ya nos invitó al que le debo yo mucho, el señor José Sánchez “El Peque”, que nos invitó a jugar en el equipo Oviedo ya en el llano.
Ahí fue la primera vez que yo estuve bajo una portería, porque antes eran los bloques de la calle, la banqueta y se acabó”.
-¿Por qué fui portero?
Es muy curioso por qué fui portero: No teníamos nosotros los medios para comprar una pelota; teníamos que tirar basura que nos daban un centavo por basura para poder comprar una pelotita.
Había un muchacho que tenía medios: Raúl Morales, y un día llevó una pelotita. También me gustaba jugar de centro delantero, y ese día en un aspecto despectivo de este Raúl Morales: “Si quieres de portero”, y me gustó.
El pavimento, mi primera cancha; cuando llegué ya con una portería que no sabía que había un marco, no había tele, ¿cómo lo veías el futbol?; sino todo lírico.
Entonces ahí que entrenamientos ni que nada: A jugar. Y de ahí ya experimenté entre la Cuarta Infantil hasta Juvenil Especial, que ya entonces iba a cumplir 17 años, cuando fui seleccionado para participar en la Olimpiada (sic) de Londres en 1948…”
-Seleccionado Nacional y el nacimiento de “La Tota”
“…Estuvimos como dos meses concentrados en Irapuato; el entrenador de esa selección fue el profesor Abel Ramírez, que luego fue mi entrenador aquí en el León.
Fui en 1948. Tengo mi credencial, tengo todo lo que se requería para eso. Ahí fue dónde “El Cantinflas” Sánchez me puso “La Tota”.
Fuimos compañeros de barrio, que fue más o menos la misma historia que la mía”.
-El brinco al profesionalismo
“Cuando terminamos de Londres, mi amigo “El Cantinflas” Sánchez jugaba en el América. Al llegar “El Cantinflas” Sánchez, yo trabajaba en una vidriería porque cuando mataron a mi hermano, mi papá nos prohibió jugar futbol.
“El Cantinflas” Sánchez tanto me insistió que fuera con el América, que me decidí a ir. Llego y pregunto a un señor Joaquín Aro o Jorge Aro: “Mire yo soy “Toño” Carbajal, me invitó “El Cantinflas” Sánchez, soy portero, ¿dónde me visto?”.
“Ah mira, ve ahí donde está esa esquina por ahí, ahí están los vestidores”. Entonces ahí voy ilusionado y llego y pues cuáles vestidores: Era un llano que había de todo, perros, gatos, caballos, burros.
Obvio me dio coraje, pero también me sirvió. Llego ya después al trabajo y me dice el patrón: “¿Cómo te fue?”, y pues ya le expliqué y me dice: “O te vas al (club) España o te quedas sin trabajo”.
Ahí voy al España, llego y me presento. A los 15 días debuté. Había. Había cuatro o cinco porteros. Total me quedo los 15 días. Me traspasan en esa época por once balones por el traspaso (del Oviedo al España), No había papeles, eran muy diferentes esas épocas. Entonces llego al España y me quedo.
Debuté a los 15 días de haber empezado. Todo mundo se sorprendió y yo más. Debuté contra el Marte y la primera pelota que recibo en un corner, salgo y la suelto y gol. Híjole sentí no sé. (Carlos) Laviada, que era el capitán del equipo, me dijo: “Si no te levantas de esto no vas a ser jamás portero”.
Yo nunca fui un portero espectacular; yo fui un portero de mucha colocación y de mucho mando: Me gustaba dirigir al cuadro, pero volé por todos lados y de ahí me gané la titularidad, hasta que desapareció el España, en ese entonces ya tenía yo el Mundial de Brasil, y así, hasta que me retiré”.
La próxima semana, la segunda parte de esta entrevista con la “Tota” Carbajal, donde habla de su paso por León y la experiencia vivida tras jugar cinco
