León, Guanajuato. – Por dejar en alto el nombre de León y posicionarse dentro de los 10 mejores basquetbolistas del mundo en su época, la presidenta municipal, Ale Gutiérrez, entregó el reconocimiento “Soy de León” a Arturo Guerrero Moreno, el ‘Mano Santa’.
Con disciplina, esfuerzo y dedicación se pueden lograr grandes resultados y conseguir triunfos, afirmó Ale Gutiérrez, quien agregó que el galardón es más que merecido porque Arturo Guerrero ha sido ejemplo de valores y destreza desde el inicio de su carrera profesional.
“Nos sentimos muy orgullosos de ti porque pusiste los ojos del mundo en León, por todo tu talento, porque siempre he dicho que lo más valioso que tiene esta ciudad son sus personas y tenemos gente valiosa en el tema deportivo como tú, pero no solamente con el deporte, con tu talento, por ser la Mano Santa.
“Siempre sabías cómo encestar y también has sido ejemplo de historia de vida porque jugaste, diste resultados, fuiste el mejor jugador de todo México y también reconocido como uno de los 10 mejores de todo el mundo, pero cuando dejaste de jugar de manera profesional, decidiste seguir ayudando a esta ciudad y eso no cualquiera lo hace”, explicó Ale Gutiérrez.
La presidenta municipal destacó que para que este municipio avance y cada vez sea mejor, necesita de grandes líderes como Arturo Guerrero, pues destacó que actualmente es consejero de la Comisión Municipal del Deporte y todos los días busca la manera de ayudar a los demás, impulsar en el ámbito deportivo y que puedan mejorar su calidad de vida.
Al recibir el reconocimiento “Soy de León”, Arturo Guerrero, mejor conocido como el ‘Mano Santa’ agradeció a la alcaldesa Ale Gutiérrez por entregarle este galardón y destacó que para él siempre ha sido y seguirá siendo un orgullo poder decir soy de León.
“Son momentos donde uno voltea hacia atrás y ve que ha dejado huella en la vida y me viene a la mente una ocasión en 1975 jugando en Rusia, ahí hicieron un documental mío para difundirlo en las escuelas y recuerdo que cuando vinieron a preguntarme que de dónde era, yo orgullosamente le dije soy de León y ahora qué bonito que esa historia se compagina con el reconocimiento Soy de León y no lo echo al olvido”, platicó Arturo Guerrero.
SEMBLANZA DE ARTURO GUERRERO
Fue a sus 10 años cuando Arturo Guerrero sintió por primera vez lo que era tener un balón de basquetbol en sus manos. A los 18 años ganó el Nacional Juvenil y al año siguiente, además de ratificar el título en este torneo, lo eligieron como el Mejor Jugador Juvenil Mexicano.
En 1965, fue invitado por el legendario profesor Constancio Córdova a ver un partido en un torneo internacional.
En el último juego, lo metieron como jugador emergente y anotó 52 puntos. Arturo Guerrero fue entonces invitado a la Selección Nacional y de ahí en adelante cada enceste que hacía se convertía en un escalón que lo ascendía a la gloria deportiva. Además, jugó con la Selección Nacional a lo largo de dos décadas, participando en poco más de mil 300 partidos internacionales entre Juegos Centroamericanos, eventos Panamericanos, Campeonatos Mundiales y justas olímpicas.
En 1966, en su primer año con la Selección Nacional, concluyó como campeón anotador en los Centroamericanos de Puerto Rico y un año después, en los Panamericanos de Winnipeg, ganó la medalla de plata y fue nombrado como el Mejor Deportista Mexicano.
En 1968, Arturo Guerrero cumplió su sueño de jugar en unos Juegos Olímpicos, siendo México el anfitrión de esta justa deportiva.
Ese año, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) lo ubicó entre los 10 mejores jugadores del mundo.
En 1971, fue nombrado como el Mejor Jugador de Basquetbol de Latinoamérica, también, ganó el premio Heraldo como el Mejor Jugador Mexicano y terminó como campeón anotador en el Panamericano en Cali, Colombia.
Y por su estilo de juego y perfección para encestar el balón, el famoso comentarista Antonio Hernández lo bautizó como “El Mano Santa”.
Cuando se retiró de jugar, dirigió a la Selección Nacional y obtuvo títulos en los Juegos Centroamericanos celebrados en México en 1990 y los Juegos Panamericanos de La Habana en 1991.