El Real Madrid dejó escapar el primer título de la temporada. Adiós a la Supercopa de España, adiós a la gesta de seis títulos esta temporada. Con Ángel di María, que ha pedido irse, mirando desde casa el partido ante el Atlético de Madrid. Y Sami Khedira ni eso. El alemán estaba en su país, en Leipzig concretamente, viendo jugar a su hermano menor Rani y, según algunas informaciones, negociando un traspaso al Bayern Múnich que podría cerrarse este sábado por sólo 10 millones.
Dos de los pilares del equipo blanco en las últimas temporadas, con Mourinho y también con Ancelotti, dos jugadores que hubieran jugado la final del Mundial de no ser por sus inoportunas lesiones y que no han recibido el cariño de Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid ha preferido fichar a golpe de talonario que aceptar las mejoras salariales que reclamaban Di María y Khedira.
Ancelotti, como siempre, se adapta a las circunstancias. James y Kroos en el once. También Casillas, que apunta claramente a portero titular, relegando a Keylor Navas al premio de la Copa del Rey. Simeone respondió con la dupla Mandzukic-Griezmann, un dúo sacapuntas que apunta grandes maneras, que se complementa de maravilla.
Ellos firmaron el gol rojiblanco, cuando sólo se había disputado un minuto. Peinó el francés, remató el croata. Esa diana le dio el título al Atlético y fue el primer ejemplo de las dificultades de la defensa blanca para defender los balones largos, una constante que se repitió durante todo el encuentro.