Partido más luchado que jugado durante los 120 minutos y que se decidió desde la suerte del punto de penal. Sevilla fue más efectivo y tuvo en su portero Beto, a la gran figura en la definición. Benfica perdió su octava final de la Europa League.
Ambos elencos contaron con posibilidades para abrir el marcador en el tiempo reglamentario, pero la mala fortuna de sus delantereos, como también las buenas intervenciones de los arqueros, impidió que se gritará algún gol hasta después de 120 minutos.
La bendita tanda de penales decidió al sucesor del Chelsea en el torneo. Decidió que Benfica seguirá con su ‘maldición’ y que, hoy por hoy, el fútbol mundial, a nivel de clubes, tiene sello español. No solo porque los finalistas de la Champions son de Madrid, sino porque el Sevilla se hizo del segundo certamen más importante de Europa.
Ya en la tanda de penales, Beto, el portero del equipo Andaluz se jugó su propio clásico. Y es que él fue formado en el Sporting de Lisboa, eterno rival del Benfica. Beto le atajó los penales al paraguayo Cardozo y a Rodrigo.
El título hoy de del Sevilla, un equipo que llegó a la final de manera sorprendente, pues perdía 3-0 ante Valencia en la ‘semi’, y gracias a un tanto en el último minuto de ese encuentro, pudo estar presente en Turín.