By Agencias.
El Año Dos de la era de “los tres grandes” en Miami Heat tiene a LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh compitiendo por el título de la NBA por segunda temporada consecutiva.
Pero en lugar de disfrutar de su dominio en la Conferencia Este, hay una gran presión sobre el tres veces mejor jugador de la NBA (MVP, por sus siglas en inglés) y sus compañeros en el All Star Dwayne Wade y Chris Bosh.
Cualquier resultado que no sea un triunfo frente a Oklahoma City Thunder – el equipo del congoleño nacionalizado español Serge Ibaka – en la final que comenzará el martes se consideraría como un fracaso para los tres, que prometieron encadenar una serie de títulos cuando llegaron al equipo de South Beach.
Entonces, James dijo a una multitud entusiasmada que sus compañeros y él llevarían “no uno, no dos, no tres, no cuatro, no cinco, no seis” títulos, unas declaraciones que ayudaron a que se hayan convertido en el equipo más pitado en muchas canchas, y sobre todo el “rey James”.
El año pasado, consiguieron llegar a la final ante Dallas Mavericks, pero fracasaron a la hora de derrotar a los de Dirk Nowitzki y sumar su segundo título, tras el que Wade les dio en 2006. Miami Heat fue fundado en 1988 gracias a la expansión de la NBA.
James ha trabajado con el ex jugador Hakeem Olajuwon para mejorar aún más su juego, y los resultados se han podido ver en la final de la Conferencia Este contra Boston Celtics. El sábado, en el partido que cerró la final, James, Wayde y Bosh sumaron los 28 puntos de los Heat en el último cuarto.
“Es el líder del equipo”, dijo Wade de James tras la victoria en el séptimo partido de la serie.
“Es el mejor baloncestista del mundo”, agregó Bosh.
La final al mejor de siete comienza el martes el Oklahoma City. Ambos equipos se han enfrentado en dos ocasiones esta temporada, con sendas victorias en sus respectivas canchas.
